¿Tienes problemas sexuales? ¿Te cuesta mantener relaciones sexuales satisfactorias o simplemente tienes dificultades para encontrar los compañeros adecuados para compartir este aspecto de tu vida? Posiblemente sea así, no hay más que mirar a la estantería de revistas de cualquier tienda y veremos en los titulares de los artículos hasta qué punto estamos sexualmente perdidas y frustradas los hombres y las mujeres de hoy en día. Desgraciadamente, estas revistas sólo ofrecen tratamientos sintomáticos (de otra forma no podrían publicar los mismos artículos una y otra vez cada mes), en vez de soluciones radicales y reales. Hasta la fecha, pocas personas se han atrevido a ser abiertas y sinceras respecto a sus problemas, gracias a la presión social para tener éxito en todos los temas; así que dentro de nuestro programa general para ofrecer ayuda allí donde sea necesaria, les ofrecemos algunos consejos:
-
Basta de intentar que nuestra sexualidad nos sirva en nuestros intentos de ser ciudadanos modelo (amante responsable, “macho-man”, etc…). Lo cierto es que no sirve para eso, y usada así sólo hará que empeore.
-
Basta de intentar que nuestra vida sexual (o sentimental, o “romántica”, o lo que sea…), por sí sola, nos ofrezca cualidades que deberían ser intrínsecas de cada momento de nuestra vida. No es el papel de tu sexualidad el de ser tu única fuente de excitación, o de intimidad, o de placer; el papel del sexo es simplemente ése: el de ser sexo. Si te sientes atrapada o inseguro o aburrida en cualquier otra parte, probablemente te suponga un gran trabajo olvidarte de estos sentimientos en la cama.
-
Si tu imagen del séptimo cielo es conseguir sexo perfecto con una pareja ideal, olvídate de ella. El paraíso no puede ser un momento aislado de tu vida; tiene que ser un estilo de vida, de otra forma se convertirá en un mito más para denigrar los momentos reales de nuestra experiencia. Mejor que encontremos la forma de hacer que cada momento de nuestra vida sea tan excitante y genial como el sexo lo puede llegar a ser (y créeme, ¡se puede conseguir!), ya que no podemos tener sexo a toda hora (eso se acabaría convirtiendo en algo aburrido, la vida tienes muchísimos más aspectos que no debemos olvidar). Puedes sentir y compartir pasión de una forma igual de profunda mientras construyes muñecos para la próxima manifestación, escalando furtivamente tejados para mantener conversaciones de madrugada, o viajando de polizón en un barco. Mucha gente no ha tenido la oportunidad de ser realmente libre y salvaje fuera de su habitación, así que resulta muy difícil serlo de forma natural cuando se está entre las sábanas.
-
Rescata tu sexualidad de las definiciones y delineaciones creadas por fuerzas externas: los carteles publicitarios, las comedias románticas, las expectativas de tus amigos y tus familiares, los programas de la tele y otros sistemas de programación social que dictan la corrección del deseo y limitan lo erótico a lo estrictamente sexual. Esos poderes lo tienen todas las fichas apostadas en mantener tu sexualidad limitada y confinada a un acto físico estrictamente sexual, a una rutina y a una pareja y a una categoría etiquetada, para que no descubras en ella (tu sexualidad) la libertad que podrías llegar a tener viviendo todo el tiempo, fuera de su control, más allá de sus objetivos de mercado. Pero, un paso más allá de los límites, y el mundo es nuestro.
-
Y esto significa tirar a la basura tu pornografía. La pornografía no es obscena porque sea sexual, sino porque no lo es. La masturbación es algo bello, pero no dejes que la industria del porno compre tu líbido. Una mujer bi-dimensional, sin importar que transgresoramente este posando, hará exactamente aquello que tú ordenes: eso significa que nunca te sorprenderá con sus deseos o perspectivas, nunca te abrirá nuevas puertas. Esta negativa a ser desafiada, es un rechazo a las vastas posibilidades de libertad que sólo pueden ser obtenidas estando con los demás. Deberíamos tener cuidado al dar a nuestras fantasías este tipo de esquemas de esclavitud, ya que aprendemos a convertir en un fetiche la violencia de este tipo de sexo y podemos acabar viviendo en el estéril mundo determinista del control maníaco. ¿Quieres explorar, alcanzar clímax inimaginables, intentar cosas que nunca has visto en las películas? Hazlo con otras personas, están por ahí fuera. Hazles saber que estás preparada.
-
La sexualidad como un arte- he aquí un principio. ¿Pero qué tal un poco más de arte “sobre” sexualidad? es poco probable que el mundo de las imágenes vuelva a ser nuestro nunca más… es tan sólo otra diversión para distraer nuestra atención de este mundo, en el que deberíamos estar haciendo cosas, siendo nosotras mismas y sintiendo cosas con otras personas, no con la peligrosa comodidad de un objeto. Haz el amor y habla en voz alta de tus secretos mejor guardados, tus deseos más oscuros, los efectos que la cultura del miedo tiene sobre tu sexualidad…
Encontrar gratificaciones que satisfagan y subvertan simultáneamente nuestros programados y venenosos deseos, reafirmándonos a nosotros mismos, ésa es la clave.